La investidura presidencial puesta al servicio de la crueldad

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Milei se niega a borrar el tuit con agravios contra el chico con autismo Ian Moche

El Presidente presentó un escrito plagado de argumentos insólitos en la causa que le inició el niño por agravios. Dijo que actuó no como presidente, sino en el uso de su libertad de expresión; y que Ian es un activista, por lo tanto debe soportar su violencia verbal. Las excusas parecen dirigidas también a mitigar daños en la causa $LIBRA, donde está en discusión su uso de la cuenta de «X» como jefe de Estado. Constitucionalistas con miradas diversas fueron categóricos al señalar su irresponsabilidad. 

Javier Milei se niega a eliminar un tuit que publicó el 1 de junio de este año en el que desacreditaba a Ian Moche, un niño de 12 años con autismo, conocido por sus acciones para difundir y concientizar sobre esta condición. Los insólitos argumentos que presentó el jefe de Estado en la demanda judicial que le inició el chico parecen más enfocados en controlar las consecuencias de la causa penal por la criptoestafa $LIBRA y en seguir usando las redes sociales como si no tuviera responsabilidades propias de su cargo (y así, por ejemplo, atacar a opositores o difundir noticias falsas). Su planteo tiene varias aristas. Por un lado, vuelve con la teoría de que no tuitea como Presidente de la Nación sino como un ciudadano cualquiera y que lo hace en ejercicio de su libertad de expresión (que, según él, intentan cercenarle al denunciarlo). A la vez dice que los derechos y el interés superior del niño no pueden restringir el debate público, a lo que agrega que el chico es un activista y como tal debería soportar sus agresiones. Da una vuelta más: sostiene que en realidad él solo retuiteó para criticar a un periodista y que ahora es una víctima de la cultura de la cancelación. 

Acá el problema es que el Presidente en ejercicio del cargo retuiteó manifestaciones agraviantes para los derechos de un niño que tiene una discapacidad. Frente al agravio, se le pidió que elimine lo que publicó. Pero él desconoce el carácter de niño vulnerable de Ian, quien defiende y hace visibles los derechos e las personas con discapacidad», señaló el abogado constitucionalista Andrés Gil Domínguez, quien había presentado la demanda en nombre del niño y su mamá. «Lo que dice Milei es grave: que un niño que pide que elimine algo gravoso para sus derechos afecta su libertad de expresión. Es una noción básica que la libertad de expresión fue pensada para proteger a las personas frente al Estado y no al revés. El planteo es contradictorio con toda la historia de la libertad de expresión y los derechos humanos», agrega. 



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