Aunque su pronóstico aún es reservado, el Santo Padre muestra avances en su cuadro respiratorio y función renal, con un seguimiento médico continuo. Cuál es su estado, según una experta consultada por Infobae
Sigue mejorando”, afirman desde el Vaticano. Esta frase, repetida con cautela, resume los últimos días de internación del papa Francisco, de 88 años. Desde su ingreso el 14 de febrero en el Hospital Gemelli de Roma, el Santo Padre recibe tratamiento por diversas complicaciones respiratorias y renales. Tras casi dos semanas, su salud muestra signos de mejoría.
Por su edad avanzada y varios problemas médicos previos, la salud del Sumo Pontífice enfrentó una crisis respiratoria a mediados de febrero, cuando aparecieron síntomas de una infección respiratoria. Esto evolucionó en una neumonía bilateral que, junto con una insuficiencia renal detectada días después, agravó su estado clínico. El tratamiento incluye oxigenoterapia de alto flujo, transfusiones de sangre y sesiones de fisioterapia respiratoria, según los reportes médicos.
El más reciente parte médico indica una evolución estable dentro de la gravedad. La insuficiencia renal ya no representa un riesgo y los pulmones muestran mejoría en el cuadro inflamatorio. Aunque existen avances, desde la Santa Sede advierten que dada la “complejidad del cuadro clínico”, son necesarios “más días de estabilidad clínica para disolver el pronóstico”.
Después de estos 14 días, el Papa permanece estable dentro de un cuadro severo”, analizó a Infobae la doctora Ana María Putruele (MN. 55.966), jefa de División Neumonología del Hospital de Clínicas José de San Martín de la Universidad de Buenos Aires.
En ese sentido, explicó: “Tiene fragilidad debido a la edad y a las comorbilidades respiratorias, por la neumonía bilateral que presentó, junto con el cuadro de insuficiencia respiratoria aguda. Sigue requiriendo oxígeno complementario, aunque le redujeron la dosis, y mejoró la insuficiencia renal, pero continúa con pronóstico reservado”.
Y completó: “La tomografía muestra que el proceso inflamatorio está aparentemente mejor. Está estable, pero sigue siendo un paciente delicado o crítico. Solo queda esperar el transcurso de los días para ver cómo responde a los tratamientos establecidos. Hasta ahora, el parte de ayer fue positivo, lo que significa que, dentro de la gravedad, se mantiene estable con parámetros hemodinámicos compensados